Crece la alerta por la adicción al opio: aumentan un 20% las muertes por opioides desde 2011
Las muertes relacionadas con los opioides han aumentado alrededor de un 20 por ciento desde 2011 en los 25 países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) donde se tienen datos, según un informe publicado este jueves por el organismo internacional con sede en París (Francia).
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Entre los países por encima de la media, Estados Unidos, Canadá, Suecia, Noruega, Irlanda e Inglaterra y Gales han experimentado tendencias al alza. De acuerdo con sus datos, sin embargo, en Europa se produjeron 1.516 muertes por derivados del opio en 2016, frente a las 1.906 de 2012. Los hombres representan la mayor parte de los fallecimientos, con tres de cada cuatro muertes en los últimos cinco años.
Varios países de la OCDE han sufrido epidemias asociadas con el uso de opioides. Por ejemplo, Francia, Portugal y Suiza tuvieron una importante epidemia de heroína en los 80 y 90, y Estados Unidos ya comenzó a experimentar epidemias de opiáceos a finales del siglo XIX, después de la Segunda Guerra Mundial y en los 60.
Hasta el momento, la epidemia de adicción a los opioides se ha enfocado mayormente en Estados Unidos, donde según la OCDE casi 400.000 personas fallecieron por sobredosis entre 1999 y el 2017, una situación que además ha generado un descenso en la expectativa de vida del país norteamericano por primera vez en más de 60 años.
Sin embargo, el organismo advierte de que «la situación actual es difícil porque se trata tanto de opioides recetados como de opioides ilícitos al mismo tiempo». «El predominio de uno u otro varía entre los países de la OCDE, pero la amenaza ahora también proviene de la difusión global de la información y los intercambios comerciales», explican.
En cuanto a los opiáceos analgésicos de venta con receta médica, la OCDE apunta en su informe que existe a nivel mundial una «falta de acceso» al alivio del dolor y a los cuidados paliativos, incluida una «asombrosa falta de acceso» a los opiáceos en los países de bajos ingresos. En los países de la OCDE, sin embargo, consideran que la realidad es «muy diferente».
Los analgésicos opioides crecen un 59%
La disponibilidad promedio, definida como las cantidades que las autoridades nacionales de cada país calculan anualmente (incluyendo la notificación de los medicamentos destruidos, las pérdidas durante la fabricación, etc.), ha crecido de manera constante en los últimos 15 años, según sus datos. Los aumentos más pronunciados se produjeron en la década de los 2000, cuando entre 2002-2004 y 2005-2007 la disponibilidad de analgésicos opioides aumentó en promedio un 58,6 por ciento. Entre 2011-13 y 2014-16, la tasa de crecimiento bajó al 5,4 por ciento de media.
En el trienio 2014-16, entre los países por encima del promedio de la OCDE en cuanto a la disponibilidad de opiáceos analgésicos, solo Estados Unidos (-12,9%), Bélgica (-7,3%), Dinamarca (-18,2%) y Australia (-10,9%) han reducido su consumo. Los países que experimentaron un aumento de más del 50 por ciento entre 2011-13 y 2014-16 son Israel (125%), Reino Unido (67,8%), Eslovaquia (64,9%), Grecia (53,9%), Portugal (56,3%) y Colombia (76,6%), pero estos últimos cuatro países siguen estando por debajo de la media de la OCDE. España también ha experimentado un crecimiento del 18,78 por ciento en este aspecto.
Pese a que estos datos no reflejan directamente el consumo de analgésicos opioides en los países, sino la disponibilidad general para diferentes fines, principalmente médicos, advierte de que «el consumo de opioides por excesivas prescripciones es una de las causas más importantes en esta crisis», que no circunscriben únicamente a Estados Unidos, sino también a Canadá y otros países de Europa, aunque no España.
«La sobreprescripción de opiáceos se considera una de las causas más importantes de la crisis. La influencia de los fabricantes farmacéuticos en el tratamiento del dolor se ha considerado significativa, al llevar a cabo campañas de marketing dirigidas principalmente a médicos y pacientes, minimizando el efecto problemático de los opiáceos», añade la OCDE en su documento.